Todos tenemos sueños, metas y objetivos que anhelamos alcanzar. Sin embargo, muchas veces nos quedamos atrapados en el deseo, esperando el «momento perfecto» o sintiendo que no estamos listos. Y mientras esperamos… el tiempo pasa. Nos invade la frustración, la desmotivación y, poco a poco, el conformismo.
Entonces, ¿Cómo romper ese círculo?
La clave está en dos palabras poderosas: acción y voluntad.
No existen caminos mágicos. Los sueños se construyen con esfuerzo, constancia y determinación. Pero también con una actitud positiva, enfocada en tus fortalezas más que en tus limitaciones.
Cuando te enfocas en lo que sí tienes, en lo que sí puedes, en lo que sí sabes, se activa una energía transformadora que te impulsa a avanzar.
Aquí tienes una lista de acciones para activar tus sueños:
No te quedes solo en el deseo.
Actúa con voluntad, con determinación y con fe en ti.
Tu futuro no se escribe solo: se construye con cada decisión que tomas hoy.
El primer paso está frente a ti. Y comienza con creértela: Tú puedes.
Dick y Rick Hoyt no eran atletas. Pero juntos, corrieron varias carreras, incluyendo maratones y triatlones. ¿Por qué lo hicieron? Por amor. Por voluntad. Por un sueño compartido.
Rick nació con parálisis cerebral. No podía hablar ni moverse por sí mismo. Los médicos dijeron que jamás tendría una “vida normal”. Pero su padre, Dick, decidió escuchar otra voz: la de la esperanza. Un día, Rick le dijo con ayuda de un sistema computarizado:
“Cuando corro, siento que no tengo discapacidad.”
Ese fue el punto de partida. Dick, sin experiencia previa como deportista y con más de 35 años de edad, comenzó a entrenar para empujar la silla de su hijo en carreras. Años después, el mundo los conocería como el Team Hoyt, símbolo de amor incondicional, determinación y acción.
Hoy, el legado del Team Hoyt nos recuerda que los sueños se alcanzan cuando el amor se une con la acción, cuando no nos dejamos vencer por las circunstancias, y cuando miramos nuestras fortalezas más que nuestras limitaciones.
